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TIENDA

Cultivar sin herbicidas, agricultura regenerativa

En La Huerta Ubuntu creemos que cada naranja, cada tomate y cada verdura que sale de nuestra huerta en Valencia tiene una historia. 


No solo de sabor o de temporada, sino de tierra que respira, raíces que trabajan, y seres vivos que colaboran juntos. 


Hoy queremos contarte por qué hemos decidido cultivar sin herbicidas, y cómo esta elección es parte esencial de nuestra apuesta por la agricultura regenerativa.


¿Por qué “sin herbicidas” en el huerto?

Cuando se utiliza un herbicida la acción es clara: eliminar plantas que “molestan” al cultivo principal. Pero al hacerlo, interrumpimos la vida del suelo, destruimos partes del ecosistema: microrganismos, raíces finas, organismos que colaboran. 


Desde el enfoque regenerativo, esta interrupción es un coste que luego pagamos en fertilidad, retención de agua, salud del suelo y biodiversidad. Queremos que nuestro suelo sea cada vez más rico, más vivo, más resiliente.


Cultivar sin herbicidas significa:


  • Dejar que se desarrollen cubiertas de plantas acompañantes, que protegen de erosión y retienen la humedad del suelo

  • Fomentar raíces vivas todo el año que nutran y aireen el suelo.

  • Permitir que la biodiversidad entre en acción: insectos, lombrices, bacterias, hongos… Ese microsistema increíble que hace que la huerta funcione de verdad.

  • Reducir la dependencia de insumos externos: menos químicos = menos estrés para la tierra y para nosotros.

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¿Cómo lo hacemos en nuestra huerta?

En nuestra huerta en Valencia implementamos varias prácticas concretas (y queremos seguir profundizando) que permiten cultivar sin herbicidas y avanzar en regeneración:


  1. Siembra de abonos verdes (avena, mostaza, veza etc )  y líneas florales.  Estos abonos verdes cuando crezcan y se desarrollen,  servirán una vez cortadas y gestionadas como cubiertas vegetales o muching. Las flores atraerán fauna auxiliar, polinizadores , favoreciendo así la biodiversidad que pueden controlar las plagas. 

  2. Cobertura vegetal permanente o muy extendidaSiempre intentamos que entre cultivos haya plantas de “acompañamiento” que cubren el suelo, protegen de la desecación, compiten con las malas hierbas y ayudan a la estructura del suelo.

  3. Rotación y policultivo. En lugar de monocultivar sin parar, alternamos cultivos, mezclamos hortalizas de diferentes familias y generamos sinergias. Esto ayuda a romper el ciclo de “hierbas malas” o “plagas” que se sienten cómodas en monocultivos.

  4. Mínima alteración del suelo. Evitamos laboreos agresivos que destruyen la estructura natural del suelo, favoreciendo que las raíces y los organismos del suelo mantengan su lugar.

  5. Materia orgánica, compost, abonos verdes. Aportamos restos vegetales, compost propio, leguminosas, forrajeras, cereales etc  de cobertura… todo para nutrir la vida del suelo, en vez de simplemente “inyectar” fertilizantes y esperar milagros.

  6. Gestión manual o mecánica ligera de las malas hierbas. Cuando aparecen hierbas no deseadas, en lugar de aplicar herbicida, intervenimos con herramientas manuales, acolchado, siembras de cobertura, y plantamos densamente haciendo huertos biointensivos  para que el cultivo “tape” el suelo y deje menos espacio libre a las hierbas.


Beneficios concretos para ti como consumidor y para la huerta

Cuando cultivamos sin herbicidas y regeneramos la tierra, los beneficios no son solo para nosotros: también para ti que compras nuestros productos. Algunos ejemplos:


  • Productos más sabrosos y nutritivos: cuando la planta se desarrolla en un suelo vivo, con microorganismos activos, raíces profundas y buen balance de nutrientes, el fruto lo nota.

  • Menor impacto para el entorno: menos químicos significa menos residuos, menos tóxicos, más biodiversidad, más equilibrio en nuestro entorno valenciano.

  • Km 0 y estacionalidad con sentido: nuestras naranjas, tomates, etc., no solo llegan pronto, sino que provienen de un sistema que trabaja con la naturaleza y no contra ella.

  • Transparencia y confianza: queremos que veas que hay otro camino. No “lo barato” a toda costa, sino lo justo, lo sano, lo sostenible.


Te invitamos a ser parte de esta historia: cada vez que eliges una caja de La Huerta Ubuntu estás apoyando un modelo diferente. 


Un modelo donde la tierra no se agota, sino que se regenera. Donde las manos de los jóvenes migrantes se integran, aprenden, cultivan, y juntos conectamos con la tierra valenciana, recuperando  además con este tipo de agricultura regenerativa  trozos de huerta abandonados sin cultivar desde hace años. 


Así que la próxima vez que veas nuestras naranjas, tomates o pimientos: piensa en la vida del suelo, en las raíces que no fueron quemadas por herbicida, en la biodiversidad que está ahí. Y si quieres, acompáñanos en esta apuesta: suscríbete a nuestra cesta de temporada, comparte nuestro proyecto, háblalo con tus amigos.

Porque cultivar sin herbicidas no es una idea de lujo: es un acto de cuidado, de respeto, de regeneración. Y en La Huerta Ubuntu, estamos orgullosos de hacerlo contigo.


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